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Gestión emocional: cómo funciona y que necesitas | 7 julio, 2025
Las emociones no son errores que haya que bloquear. Son respuestas biológicas profundamente adaptativas que llevan cientos de miles de años acompañándonos como especie. Nos avisan de que algo necesita atención: una amenaza, una pérdida, un límite cruzado, un deseo no expresado.
Desde la neurociencia sabemos que no sentimos desde la razón. Todo lo que percibimos —una mirada, un gesto, un silencio— entra por los sentidos y pasa primero por las estructuras subcorticales del cerebro, como la amígdala o el tálamo, que están más conectadas al cuerpo, al instinto y a la emoción. Solo después, esa información llega al córtex prefrontal, que es donde podemos entender, pensar o ponerle palabras.
👉 Por eso primero lo sientes… y luego lo entiendes.
👉 Y por eso es esencial empezar por el cuerpo: reconocer la sensación, no solo interpretar lo que “te pasa”.
En realidad, una emoción dura unos 90 segundos en el cuerpo si no la alimentamos con pensamiento. Pero cuando la evitamos o intentamos suprimirla, el sistema nervioso la mantiene activa, buscando resolver algo que sigue “pendiente”. Lo que agota no es sentir, sino resistir lo que sentimos.
Aquí es donde entra la programación neurolingüística (PNL): en lugar de desconectarte, puedes empezar a preguntar con conciencia:
👉 ¿Qué me está queriendo decir esta emoción?
👉 ¿Qué parte de mí está reaccionando?
👉 ¿Necesito un cambio, un límite, un descanso, una decisión?
En terapia, trabajamos esta integración cuerpo-emoción-mente con herramientas como:
– La ventana de tolerancia, para identificar si estás en modo lucha, huida, congelación o regulación.
– Técnicas de respiración y anclajes, para que el sistema nervioso vuelva a la seguridad.
– Trabajo con partes internas o la silla vacía, para dar voz a lo que no ha sido escuchado.
– Recursos de PNL que permiten observar los patrones mentales que sostienen ciertos estados emocionales, y abrir nuevas respuestas más coherentes.
Gestionar emociones no es una cuestión de control mental. Es cuestión de conciencia y toma de decisiones.